Icono emblemático de Villa Mercedes, representación vívida del desafío de la memoria y del sentir de su pueblo.

La llegada del ferrocarril (1875) fue el primer acontecimiento que determinó su trazado. El antiguo “Carril del Morro” conocido como “Los Álamos, se vio ininterrumpido como vía de comunicación y de ingreso a la ciudad. Por esa interrupción fue necesario buscar un nuevo acceso bordeando el campo de la empresa a la altura de lo que hoy es calle Pedernera.
 
En el año 1923 comenzaron las negociaciones con el Ferrocarril Pacifico para su ensanche y prolongación (intendencia Olloqui).  Fueron obras necesarias para satisfacer el movimiento de producción del Molino Fénix (1922) que concentraba la producción del trigo de la zona central de la pampa húmeda.

Por ese tráfico se conformó la Calle Angosta, (1926) en contraposición de la Calle Ancha (hoy Aviador Origone) conocida como Calle París.

A partir del año 1969, y en el contexto del homenaje a “Zavalita”,- el autor de la cueca-, es “bautizada” oficialmente con el nombre que hoy es reconocida, dejando de lado otros nombres populares como el “Calle de las Flores” o el formal de “Magallanes Lima”.

Autor: Ricardo Ulises Miranda 
 

 

Reconocida nacional e internacionalmente, desde sus orígenes, la “Calle Angosta” rinde homenaje a los folcloristas que consagran su arte a la música, la danza y la amistad. Todos los años en el complejo se celebra la FIESTA NACIONAL DE LA CALLE ANGOSTA, la cual identifica las costumbres y la gastronomía villamercedina. Además de contar con artistas de renombre en el escenario mayor, alrededor, en los fogones, se crean las peñas donde continúa la música y la comida tradicional hasta el amanecer.

Esta querida calle adoquinada, de una sola vereda, fue el paso de carros que transportaban productos regionales que se trasladaban en ferrocarril. Las vías están aledañas y paralelas a la callecita. Ferroviarios, cuyanos, vecinos, se reunían en las diferentes pulperías de la zona con canto y guitarra de por medio. Allí, entre tonadas, cuecas, gatos y zambas, de la mano de Alfonso y Zabala nació el himno “Calle Angosta”.

 

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